12 agosto 2013

En cada baldosa una colilla…




  En cada baldosa una colilla.
  En el paso de cebra, más aún.
  Enfrente, aparcados, cuatro coches.
  Y a mi lado, la sonrisa de un gandul.
                   
  Son ya casi las tres y cuarto
  en la parada del autobús.
  la parca del fulano es toda negra.

  Habla al móvil dando gritos.
  De vez en cuando escupe al suelo
  presuntas nicotinas de anteayer.

  Está la acera sucia y gris.
  En las alturas luce el sol.
  Lo mejor será,  cantar, bailar, reír.


  Vitoria ocho de febrero de dos mil once


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