08 marzo 2017

  IRENE


                            







Soy Irene…
Pasa
¡Irene!
¡Si!  Pasa…
¿Quién viene?
¡Irene!
Viene Irene…
¡Si! Soy Irene
¿Un ángel? ¿Un hada?
¡Irene! ¡Sí! ¡Irene!
Un pedacito de cielo, un atardecer, el alba…
¡Irene! ¡Irene!
Un cálido abrazo, un susurro, una hebra de sol
¡Irene! Sólo paz
Ya eres, ya estas con nosotros
Bendita tú ¡Irene!





Valladolid, verano de 2016

19 febrero 2017

Veinte años atrás


                                            












He llegado a tu encuentro lentamente
a través de enojos y venturas
Plácida la mirada vehemente
liberada de miedos y locuras 

Enfrentado en el suspendido aliento,
mares, ríos y torrentes consumidos
Abrazado al instante ausente del momento
Anclado a la tierra del fértil prometido 

Te he buscado y  tú sencillamente ya no estás,
Te has ido…



  

Aldave, doce noviembre de 2016

12 febrero 2017

Mimosas amarillas


   
                                       









Santiago
Sueño donde  tienes las manos en la frente
En la frente ¿sabes? Se acomodan las arrugas
Arrugas conocidas y vividas para siempre
Siempre presentes como guiños de mimosas
Mimosas escogidas que separan para ti sus lazos
Lazos azules, rojos, amarillos o blancos
Blancos los cabellos enredados a ambos lados
Lados en un aparte irremediablemente incierto
Incierto y desconcertado como un triste sueño
Sueño  donde  tienes las manos en la frente
Santiago.







Aldabe doce de octubre de de dos mil quince

24 enero 2017

¿AGAPANTO?

              







Lo inacabado, colgado, expuesto a todo, clavado, con la creatinina bajo mínimos, y así todos los días, como un demiurgo inmóvil, una solapa altiva, eso sí, en grises y azules, saliendo a bocanadas del oleo, pero…
1 – Y si el Buscón que llevas puesto te encuentra en el dintel de la duda predispuesto, y te abandonas.
2 – Y si acobardada tomas de la aralia dos bayas y te esfumas en un tráfico de sombras y perezas anheladas.
3 – Y si cuando las espatas salen despedidas y el anturio  desnudo se pierde en el umbrío, quedas hembra despechada, sola y triste…, descansa.
4 – Y si llegado el cumplido no encuentras el momento de tomarle y retorcerle, de sentirle, envolverle en buganvillas y jaras para tu gozo hecho jirones, y lamentas ese instante…, llora toda tu Ginebra con vaqueros.
5 – Y si él agapanto, tu carlina, arisca, oculta entre las dunas, apretada y retorcida entre los trazos persistentes del rotulador negro. Enfrente, enemiga a tu pesar, llorando vives.
6 – Y si al día siguiente las apariencias caen y en su desnudez descubres junto al ombú un trazo perdido descansando en el claro asenso del jardín de Anaxágoras, aférrate con fuerza y suspendida aléjate del mito y goza. Son isósceles, elipses, formas agrupadas entre sí, desordenadas al azar en el conjunto del cuadrilátero, quizás palabras incoherentes, sin contornos ni eje donde girar para en su locura salir aceleradamente despedidas a la calle, garabatos confundidos solamente.
7 – Y si descifras el calendario por vivir en la alcoba del amado, solo números, fechas, adelantos, reproches por venir o fallecidos, encontraras al ausente cerca del riachuelo entre verónicas y margaritas ignorante de equilibrios y placebos.
8 – Y si, tan cierto como la cencellada,  allá en su cauce, junto a su falda alrededor del talle un único espacio entrambos se esconde adormilado y confundido.
9 – Y si en un solo plano de simetría cigomorfa nuestras dudas permanecen acostadas. Serán dos días o tres noches, cuatro semanas o el infinito tangente en el horizonte,  los que nos susurren al oído nuevas letanías acordadas de antemano.
10 - ¿Y si es instante o duda?
11 – Y si persiste muda con la coroza en la testuz presta al patíbulo del sueño, respétala.
12 – Y si por ver quedara en la negrura cuan mística petunia del luto, la dulzura de tu blanca piel arrodillada, a llorarle irían rombos y arlequines, faunos y círculos hasta el recóndito escondite donde los rododendros inanes se marchitan.
13 – Y si giras hasta enloquecer, hazlo pronto cruel locura de símbolos y tramas, ocres y amarillos, pétalos en las entrañas de un libro de canciones olvidadas.
14 – Y si comprendes el desvarío de unos años solamente ocultos, por vivir, vividos largamente, permanecerás por siempre ¡dulce Pamela! junto a mi dormida sin estar presente colgada en la pared de enfrente.

Boceto, instante, ilusión o duda,  aléjate del mito y goza.


            Vitoria 18 de noviembre de 2015