17 noviembre 2020

DESPERTAR

 

                                                                

"Tras el vivir y el soñar esta lo más importante: despertar"

(Antonio Machado)



   De una antuviada el ojo derecho quedó en desuso, mil estrellas diluviaron sobre la almohada, solo al claror de la mañana la habitación quedó despierta, olvidados los empeños y las pujas de horas antes; permanecieron largo rato en silencio el uno junto al otro  inmóviles y castos. Al caer la tarde una lágrima regó el cárdeno, ya molesto, de su mejilla. Entonces diablesa se acurrucó con indolencia en su pecho y cayó en sueño. Volvimos a vivir de nuevo otra vez distantes, él cristobita de la noche queriente y chafado, trotona ella.

   De aquel breve combate nacieron años de idas y venidas todos ellos olvidados.

 

 

 



 

 

     Vitoria a treinta y uno de octubre de dos mil diecinueve

12 noviembre 2020

EN EL PASEO DEL PUEBLO

 

                                                        
      En el silencio de la noche apenas el cogollo elevaba su canto llamando amores junto al placer del mar; era hiriente, al tiempo bálsamo, quizás plegaria. Olía a galán de noche, a verano.

     El coro de las lejanas olas detrás del principal rozaban apenas las piedras de colores, nácar y miel las más, en un susurro interminable.

    Quedan a un lado dudas y disputas, descuidos y malicias, como ecos de frases precisas ya manidas. Poco ya importa en esta hora cuando el calor sofocante abandona y un frio húmedo te envuelve en un escorzo imposible y te avasalla. Rueda impreciso el afán y languidece el alma, mora en tu interior la desdicha vestida de un instante mostrándose indolente y vaga. 

    Entonces precisamente, en ese instante, el aleteo preciso y poligonal, el dardo a bocajarro, la fatalidad; una polilla se acerca demasiado a la farola y muere.

    Dolor de navajada para luego.

 

 

                Vitoria a siete de noviembre de dos mil diecinueve