El lápiz zafio ofuscado ocupa apenas solo olvido, otrora alargado, hoy yace herido, hondamente herido. Hoy aparece junto al lecho ocre enfermo. Olmos sanos, simples, sin nada, apenas sin naturaleza. Añadidos. Su último oficio, ofertar ramas solitarias.
Judimendi veintiséis de febrero de dos mil diez
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