13 diciembre 2010

Popy


Soy Popy, un perro de mil leches esmirriado, con pelo en pecho, de color gris, rizado, bigotes largos a los lados de un morrito negro siempre húmedo. Me caen mechones rizados de la frente sobre los ojos color caramelo haciendo que cuando presto atención a las ordenes de mis amos eleve la cabeza y parezca altivez lo que en realidad es comodidad posicional y candongueo.
   No me gustan para nada las mariconadas, término políticamente, hoy lo sé, incorrecto, y así cuando tienden la mano para atusarme la cabeza, protesto y si puedo muerdo con mis dientes afilados. Cuando paseo dicen que pego “ un brinco al bies “ cada tres pasos. Lo tengo aprendido pues las perras calentonas lo aprecian como indirectas sibilinas “ de montar y bajar”. Y cuando sigo a mi jefe por el parque el movimiento de mis ancas es cadencioso y marcado. Soy consciente de que el lacito que luzco en lo alto de mi cabeza, debe de ser rojo, es la marca de propiedad de mis dueños y aunque me escuece lo soporto “ a pro “. Nadie de fuera del hogar sabe que fui esterilizado por un deudoso de la dueña que vino ex profeso del pueblo un día lluvioso, con sus talentos, malas intenciones y utensilios. En el parque busco constantemente olisquear toda planta a mi alcance. Habitualmente juego con un dominguillo al que mordisqueo y transporto por toda la casa zarandeándolo de lado a lado sin derecho a protesta ni merced. Soy Popy, un perro más de este cochino viaje.....

             Día siete viernes en No me olvides a las ocho y un poco del año dos mil ocho

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