03 enero 2011

En la Redacción








Pasado mañana, o quizás anteayer, en la Redacción de nuestra revista, terminamos de leer nuestros artículos.

  Ausín permanecía a mi lado ausente ese día que casi terminaba después de las clases, los juegos y la merienda.
 "Nuestra generación sigue los pasos de nuestros padres…"
  Casi no pude terminar de oírme, una vez más después de pedirme a mí mismo no hablar había dicho lo primero... Dijo Ausín apenas sin voz, - Eso ni en broma-   Era físico y yo de siempre me sorprendía admirándole. Era también el Director.


  Lo tenía claro, ingenieros técnicos, fresadores, torneros, intelectuales al uso, de las Mutualidades Laborales..  Y en casa otrora la pana ahora el mantel de prexiglas, el duralex y el nilón.  Nacía Comisiones Obreras en el cuarto de los gemelos, y las octavillas caían temblorosas en los adoquines de Bravo Murillo. En las casas la cal era tapada por flores enristradas en papel.

Piscis, decía el horóscopo, y tras él, el Caso, los sucesos del pueblo descarnado. ¿Tú de que vas?.  -Sí, Ausín, a mí me lo parece. Ellos, …la guerra. ¡Que horror!. ¡Que horror!. -Y tu también lo piensas, seguro.   Maseda dio los resultados del fútbol y terminó la reunión.  Después de cenar cantábamos quedo  “ Y como se cimbrean los juncos ...”. Habaneras de Gallastegui, el vasco.


  Madrid despertó vacío. De domingo. Bajábamos por Hortaleza. Había llovido. Al fondo venían tres bultos, pegados, ahora sí. ¿O tal vez dos?.   -¡Es Vicente!, dijo Coello. ¡Es Vicente!.  Lo llevaban esposado. “La social”. Llorábamos. -¡Tenías razón!, pero no hablemos, no hablemos.  Nos abrazamos porque sentíamos que el pasado siempre vuelve.


        En Judimendi un día gris de enero de dos mil nueve


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